Es una metodología entretenida,
dinámica e innovadora de entrenamiento, apoyada por tecnología de alta
complejidad, que por medio de escenarios clínicos; replica escenarios de vida
real y favorece un ambiente participativo y de intercambio. Además, permite la reproducción de un hecho de
la realidad, y su repetición indefinida favoreciendo un análisis pausado,
metódico, sin condicionantes; y lo más importante sin exponer a riesgo al
paciente. Antes de estar frente a frente con los pacientes, los estudiantes de
pregrado de Enfermería reciben un cuidadoso entrenamiento, adquiriendo destrezas
y habilidades necesarias para su quehacer profesional.
Son escenarios similares o
iguales a la realidad clínica, con la salvedad que estos pueden ser controlados
por un docente facilitador (entrenado en tecnología y metodología) de tal forma de
construir el aprendizaje de manera sucesiva. Además, se contarán con evidencias que
permitirán una evaluación objetiva del desempeño de los estudiantes.
La metodología está basada en problemáticas de salud
que se visualizan en tiempo real, lo que permite desarrollar no solo
habilidades y destrezas, sino que las competencias; es decir el saber, el saber ser y saber hacer. Las
prácticas son filmadas, lo que facilita la autoevaluación de los participantes y las observaciones y orientaciones de profesores expertos; capacitando a los
estudiantes en todo el ciclo de atención del paciente no solo a nivel procedimental; sino que también en la relación con familiares y equipo de salud.
Produce un cambio de conducta en el
estudiante y lo hace responsable de su propio aprendizaje, el profesor pasa de
un rol protagonista y demostrativo a uno facilitador y verificador del
aprendizaje, no solo del aspecto cognitivo y adquisición de habilidades y
destrezas, sino que también de actitudes, pensamiento crítico, liderazgo, toma
de decisiones con responsabilidad y justificación, resolución de problemas,
trabajo en equipo colaborativo y
actitudes valóricas- éticas propias de la profesión. No pretende
reemplazar los pacientes ni la práctica clínica intra o extra hospitalaria,
sino que entrena de manera óptima en diversos elementos que componen las
competencias profesionales y ayuda a obtener mayor confianza para enfrentar una
práctica real; con riesgos mínimos para los pacientes.